Bienvenido

Estás en una página de Mateo Santamarta.
Todos los textos y las obras que lleven mi
firma pueden ser difundidos libremente
siempre que no haya ánimo de lucro. Se
agradece el que se cite la autoría.







Translate

sábado, 11 de diciembre de 2010

Victor Mira, 1949-2003-Elegía por Victor Mira




 Obras de Victor Mira





“...El sufrimiento y el dolor no elaborados no son nada, y menos arte. Como tampoco es muerte todo aquello que se va. Ni la locura sin elaborar , pensamiento. Porque el sufrimiento y el dolor son pasajeros y mutables y el arte es eterno y no cabe en el cosa alguna transitoria. Como seres humanos, el sufrimiento y el dolor al parecer nos pertenecen, pero el artista, por mucho que lo padezca, ha de tratar al dolor como a un objeto, si usted quiere, soberano. Tiene que pasar a través de ese dolor para llegar a ese otro dolor que le hace, en un sólo instante, ser amigo de Dios y del arte. Sólo entonces puede mirar al dolor y amenazarlo de muerte, es decir: no sufrirlo. Es entonces cuando el artista, sin pasiones, sin dolor, sin corazón (que es dónde habita el demonio) y limpio de turbaciones, va más allá de sí mismo, del dolor y de la muerte, para situarse en ese espacio vacío, silencioso, y ser testigo de todo. Todo gran arte es frío, congelado y altamente elaborado. Porque un hombre cualquiera, con su dolor, sólo hace cualquier cosa y de todos es sabido que Van Gogh, con su dolor, no hizo cualquier cosa, porque él no era cualquier hombre. Así que hizo algo que nos afectó a todos.

Se habla del sufrimiento y del dolor ¿Pero de que sufrimiento y de que dolor? Porque hay aquel dolor causado por la mirada de los otros. Aquella mirada que nos deforma y nos constituye en algo que no somos. Así que esto nos causa sufrimiento. Dolor es, también, aquel dolor sabio que debe observar reglas no permaneciendo ocioso ni en tiempos de paz, haciendo que la grandeza de un artista dependa en parte de la capacidad que tenga de albergar dolor. Pero el arte no se nutre sólo de dolor, aun que sí es su néctar; también se nutre de odio y todos aquellos que consideren el odio despreciable y el dolor algo digno, están fuera del arte. Sólo la moral del hombre contrae obligaciones y compromisos, mientras el arte permanece en un orden diferente, más allá de nosotros. Un artista no debe tener otro objetivo, ni otra preocupación, que apropiarse del arte, o mejor, ser espacio vacío donde el arte se suceda. El artista que no lo consigue se hace, a ojos del arte, despreciable.

El arte no es razonable, no obedeciendo, ni de buen ni de mal grado, a quien no es virtuoso. Tampoco el sufrimiento y el dolor se dejan gobernar por artistas incapaces. Para que el dolor sea arte, tiene que tener algo que dé vueltas, digo en la cabeza, y sea posible almacenar también allí. Lo contrario es un reflejo automático que responde al sufrimiento o al dolor sin pasar por lo que todos los artistas han tenido, es decir: un silenciador. Con esto, le digo a usted mucho, porque el arte muchas veces debe de ser inapreciable para ser efectivo. Un artista siempre está indefenso y cuando es golpeado por la nueva idea, siempre es derribado al suelo. La sensación que se siente en ese instante se puede describir como desconcertante. Porque lo nuevo se comporta al principio como una puñalada que te penetra violentamente y sólo días después de haberla recibido, empieza a doler. Es sólo por esto, por lo que muchos artistas pierden el conocimiento, aunque si observamos sus pupilas seguirán pareciendo normales.

La confusión en esos momentos es absoluta, por que es imposible ver algo en el momento del destello de la idea. Uno sencillamente no ve nada, aunque imagina haber visto mucho. Las gesticulaciones, de producirse, han de hacerse de espaldas al público; hay que evitar el espectáculo en que se sacian los mirones.
(V. Mira)

 
 
Elegía por Victor Mira, t.mx.-tela, 114x146, 2004-2005, obra de Mateo Santamarta

       Réquiem por Victor Mira, 146x114, óleo-tela, 2009-10, obra de Mateo Santamarta.


Quizá me ausente un tiempo de mis blogs. En ese caso volveré dentro de un mes más o menos y os deseo ahora Feliz Navidad. Mi PC tiene que ir al quirófano. Os dejo con Victor Mira, un gran pintor desaparecido, y mi homenaje a su obra. Al lado tenéis enlace hacia su Web.

sábado, 4 de diciembre de 2010

La maldición de Polifemo-Homero- La Odisea-Ulises ante Circe




             Ulises ante Circe, óleo-tela, 73x92, 2005, obra de Mateo Santamarta

“¡Escúchame, Poseidón de cabellera azul, tú que abrazas la tierra! Si de verdad soy hijo tuyo y proclamas ser mi padre, concédeme que no llegue a su casa Odiseo, destructor de ciudades, el hijo de Laertes, que tiene su hogar en Ítaca. Pero si es su destino ver a los suyos y regresar a su hogar bien fundado y a su tierra patria, que llegue tarde y mal, después de perder a todos sus camaradas, a bordo de una nave ajena y en su morada encuentre desdichas”.

Homero. (La Odisea)