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sábado, 19 de octubre de 2013

Novalis> Himnos a la Noche> 2



NOVALIS> HIMNOS A LA NOCHE



2





¿Tiene que volver siempre la mañana?

¿No acabará jamás el poder de la Tierra?

Siniestra agitación devora las alas de la Noche que llega.

¿No va a arder jamás para siempre la víctima secreta del Amor?

Los días de la Luz están contados;

pero fuera del tiempo y del espacio está el imperio de la Noche.

–El Sueño dura eternamente. Sagrado Sueño.–

No escatimes la felicidad

a los que en esta jornada terrena se han consagrado a la Noche.

Solamente los locos te desconocen, y no saben del Sueño,

de esta sombra que tu, compasiva,

en aquel crepúsculo de la verdadera Noche

arrojas sobre nosotros.

Ellos no te sienten en las doradas aguas de las uvas,

en el maravilloso aceite del almendro

y en el pardo jugo de la adormidera.

Ellos no saben que tú eres

la que envuelves los pechos de la tierna muchacha

y conviertes su seno en un cielo,

ellos ni barruntan siquiera
que tú,

viniendo de antiguas historias,

sales a nuestro encuentro abriéndonos el Cielo

y trayendo la llave de las moradas de los bienaventurados,

de los silenciosos mensajeros de infinitos misterios.

...
¿Habrá de volver siempre la mañana? ¿No tendrá término el terrestre poder? Un infausto trajín devora el vuelo celeste de la noche que desciende. ¿Nunca arderá eternamente el secreto holocausto del amor? Limitado es el tiempo de la luz, pero sin término y sin espacio es el imperio de la noche -eterna es la duración del sueño. Sagrado sueño - no escatimes tus favores a quienes se consagran a la noche en esta jornada terrenal. Sólo los insensatos te desconocen y no saben de otro sueño que el de la sombra que arrojas compasivo sobre nosotros en este crepúsculo de la noche verdadera. No te sienten en el dorado mosto de la vid - en el 
aceite milagroso del almendro ni en el oscuro zumo de la adormidera. No saben que eres tú el que ondulas en torno al pecho de las vírgenes y haces de su regazo un paraíso - no sospechan que desde las sagas más remotas tú apareces abriendo las puertas del cielo y tienes las llaves de las
mansiones de los bienaventurados, tácito mensajero de infinitos misterios.

Editorial PRE-TEXTOS (bilingüe)> Traducción de Américo Ferari

...

Muß immer der Morgen wiederkommen?

Endet nie des Irrdischen Gewalt?

Unselige Geschäftigkeit verzehrt

Den himmlischen Anflug der Nacht?

Wird nie der Liebe geheimes Opfer

Ewig brennen?

Zugemessen ward

Dem Lichte Seine Zeit

Und dem Wachen ?

Aber zeitlos ist der Nacht Herrschaft,

Ewig ist die Dauer des Schlafs.

Heiliger Schlaf!

Beglücke zu selten nicht

Der Nacht Geweihte ?

In diesem irrdischen Tagwerck.

Nur die Thoren verkennen dich

Und wissen von keinem Schlafe

Als den Schatten

Den du mitleidig auf uns wirfst

In jener Dämmrung

Der wahrhaben Nacht.

Sie fühlen dich nicht

In der goldnen Flut der Trauben

In des Mandelbaums

Wunderöl

Und dem braunen Safte des Mohns.

Sie wissen nicht

Daß du es bist

Der des zarten Mädchens

Busen umschwebt

Und zum Himmel den Schoos macht ?

Ahnden nicht

Daß aus alten Geschichten

Du himmelöffnend entgegentrittst

Und den Schlüssel trägst

Zu den Wohnungen der Seligen,

Unendlicher Geheimnisse

Schweigender Bote.


Imagen http://en.wikipedia.org/wiki/File:Franz_Gareis_-_Novalis.jpg

domingo, 13 de octubre de 2013

Eduardo Galeano> Espejos> Hokusai, Taj Mahal, Mozart.

Tres reflejos en el espejo de Don Eduardo Galeano
Hokusai:

Hokusai, el más famoso artista de toda la historia del Japón, decía que su país era tierra flotante. Con lacónica elegancia, él supo verla y ofrecerla.

Había nacido llamándose Kawamura Tokitaro y murió llamándose Fujiwara litsu. En el camino, cambió de nombre y apellido treinta veces, por sus treinta renacimientos en el arte o en la vida, y noventa y tres veces se mudó de casa.

Nunca salió de pobre, aunque trabajando desde el amanecer hasta la noche creó nada menos que treinta mil pinturas y grabados.

Sobre su obra, escribió:
De todo lo que dibujé antes de mis setenta años, no hay nada que valga la pena. A la edad de setenta y dos, finalmente he aprendido algo sobre la verdadera calidad de los pájaros, animales, insectos y peces, y sobre la vital naturaleza de las hierbas y los árboles. Cuando tenga cien años, seré maravilloso.
De los noventa no pasó.
Taj Mahal.

A mediados del siglo diecisiete, los talleres hindúes y chinos producían, sumados, más de la mitad de todas las manufacturas del mundo.
En aquellos tiempos, tiempos de esplendor, el emperador Shah Jahan alzó el Taj Mahal, a orillas del río Yamuna, para que su mujer, la preferida entre todas sus mujeres, tuviera casa en la muerte.
El viudo decía que ella y su casa se parecían, porque el templo cambiaba, como ella cambiaba, según la hora del día o de la noche.
Dicen que el Taj Mahal fue diseñado por Ustad Ahmad, persa, arquitecto, astrólogo, también llamado por muchos otros nombres.
Dicen que fue construído por veinte mil obreros, a lo largo de veinte años.
Dicen que fue hecho de mármol blanco, arena roja, jade y turquesa que mil elefantes acarrearon desde las lejanías.
Dicen. Pero quienes lo ven, leve hermosura, blancura flotante, se preguntan si el Taj Mahal no habrá sido hecho de aire.
A fines del año 2000, el mago más famoso de la India lo hizo desaparecer, durante dos minutos, ante una multitud boquiabierta.
Él dijo que fue arte de su magia:
-Lo desvanecí- dijo.
¿Lo desvaneció, o al aire lo devolvió?
Mozart.

El hombre que fue música creaba música todo el día y toda la noche y más allá del día y la noche, como corriendo contra la muerte, como sabiendo que ella se lo llevaría temprano.
A ritmo de fiebre componía sus obras, una tras otra, y en sus partituras dejaba líneas desnudas que abrían espacio para improvisar en el piano sus aventuras de la libertad.
No se sabe de dónde sacaba el tiempo, pero en su vida fugaz pasó largas horas metido en los libros de su vasta biblioteca o enredado en animadas discusiones con gente muy mal vista por la policía imperial, como Joseph von Sonnenfels, el jurista que logró que en Viena se prohibiera la tortura por primera vez en Europa. Sus amigos eran enemigos del despotismo y de la estupidez. Hijo del Siglo de las Luces, lector de la enciclopedia francesa, Mozart compartió las ideas que sacudieron su época.
A los veinticinco años perdió su empleo de músico del rey, y nunca más volvió a la corte. Desde entonces, vivió de sus conciertos y de la venta de sus obras que eran muchas y tenían mucho valor pero poco precio.

Fue un artista independiente, cuando la independencia era cosa rara, y cara le costó. Por castigo de su libertad, murió ahogado en deudas: tanta música le debía el muno, y él murió debiendo.

domingo, 6 de octubre de 2013

Ítaca- Constantin Cavafis.


Polifemo:
—¡Óyeme, Poseidón que ciñes la tierra, dios de cerúlea cabellera! Si en verdad soy tuyo y tú te glorias de ser mi padre, concédeme que Odiseo, asolador de ciudades, hijo de Laertes, que tiene su casa en Itaca, no vuelva nunca a su palacio. Mas si le está destinado que ha de ver a los suyos y volver a su bien construida casa y a su patria, sea tarde y mal, en nave ajena, después de perder todos los compañeros, y se encuentre con nuevas cuitas en su morada!
Así dijo rogando, y le oyó el dios de cerúlea cabellera. Acto seguido tomó el Ciclope un peñasco mucho mayor que el de antes, lo despidió, haciendo voltear con fuerza inmensa, arrojóse detrás de nuestro bajel de azulada proa, y poco faltó para que no diese en la extremidad del gobernalle. Agitóse el mar por la caída del peñasco, y las olas, empujando la embarcación hacia adelante, hiciéronla llegar a tierra firme.
... Odisea (Homero)
ÍTACA

Si vas a emprender tu viaje hacia Ítaca

pide que tu camino sea largo,

rico en aventuras, lleno de experiencias.

A Lestrigones y a Cíclopes
o al colérico Poseidón, no les temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si tu pensamiento es elevado y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a Lestrigones ni a Cíclopes
Ni al airado Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer y alegría
arribes a bahías antes nunca vistas.
Detente en los emporios de Fenicia
y compra hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
invierte cuanto puedas en delicados y voluptuosos perfumes.
Visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Lleva siempre a Ítaca en tu pensamiento.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda muchos años
y en tu vejez atraques en la isla
enriquecido con lo ganado en el camino
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te ha regalado un hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque pobre la encuentres, Ítaca no te ha engañado.
Así, rico en saber y en vida, como te has vuelto,
entenderás al fin qué significan las Ítacas.

ÍTACA

Cuando salgas en el viaje, hacia Ítaca

desea que el camino sea largo,
pleno de aventuras, pleno de conocimientos.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al irritado Poseidón no temas,
tales cosas en tu ruta nunca hallarás,
si elevado se mantiene tu pensamiento, si una selecta
emoción tu espíritu y tu cuerpo embarga.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
y al feroz Poseidón no encontrarás,
si dentro de tu alma no los llevas,
si tu alma no los yergue delante de ti.
Desea que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas estivales
en que con cuánta dicha, con cuánta alegría
entres a puertos nunca vistos:
detente en mercados fenicios,
y adquiere las bellas mercancías,
ámbares y ébanos, marfiles y corales,
y perfumes voluptuosos de toda clase,
cuanto más abundantes puedas perfumes voluptuosos;
anda a muchas ciudades Egipcias
a aprender y aprender de los sabios.
Siempre en tu pensamiento ten a Ítaca.
Llegar hasta allí es tu destino.
Pero no apures tu viaje en absoluto.
Mejor que muchos años dure:
y viejo ya ancles en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que riquezas te dé Ítaca.
Ítaca te dio el bello viaje.
Sin ella no hubieras salido al camino.
Otras cosas no tiene ya que darte.
Y si pobre la encuentras, Ítaca no te ha engañado.
Sabio así como llegaste a ser, con experiencia tanta,
ya habrás comprendido las Ítacas qué es lo que significan.

Constantin Kavafis