Puente en la vega de Izagre. Fotografía de Mateo Santamarta.
Estuvimos una vez tan cerca el uno del otro en la vida, que parecía que nada podría estorbar nuestra amistad y nuestra fraternidad y que no había entre nosotros más que un breve paso.
En el instante en que ibas a pasarle te pregunté: "¿Vas a pasar el puente para venir conmigo?" Entonces cambiaste de parecer, y aunque te rogué que pasaras, no me contestaste. Desde entonces, montañas, ríos, todo lo que puede separar e incomunicar se ha precipitado entre nosotros, y aunque quisiéramos reunirnos, no podríamos. Y, cuando piensas ahora en aquel paso tan breve, no encuentras palabras, sino sollozos y pasmo.
(José J. de Olañeta, Editor. Versión de Pedro González Blanco)